mayo 26, 2006

Colaboracion de Virgilio Arango

Medellín: adiós a las armas
Combatir la violencia con la cultura y la educación es en Colombia una sucesión de hechos de comprobación empírica. Hace un mes, el diario El País de Madrid dedicó dos páginas a la recuperación de la castigadísima ciudad de Medellín, tarea ímproba que ha sacado adelante el alcalde Sergio Fajardo junto con un grupo de profesionales entusiastas, a los que convocó para su plataforma independiente en 2003, cuando ganó las elecciones municipales. El caso de Medellín encabeza una lista de ciudades que ha rebatido el poder de fuego de las armas de la guerrilla, el narcotráfico y los paramilitares con el poder de la palabra, el arte, las expresiones culturales, la apertura de bibliotecas, las intervenciones artísticas en espacios públicos y urbanísticas en barrios "malditos" donde la policía sólo se atrevía a vigilar en helicóptero. Sin embargo, Medellín es el caso más claro de que, como señala la ministra de Cultura porteña, Silvia Fajre, "hoy, la cultura es construir valores que luego se convierten en distintas expresiones artísticas".
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Medellín será, en marzo próximo, la antesala del IV Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que se realizará en La Heroica, nombre con que los colombianos aluden a la histórica ciudad amurallada de Cartagena de Indias. En la ciudad ubicada al noroeste de Bogotá, donde murió el legendario Carlos Gardel, Fajardo está empeñado en la política de "recuperación y transformación de valores" para que la sociedad civil pueda convivir como una legítima comunidad. Medellín recibirá a los representantes de todas las academias de la lengua del mundo hispanohablante, que, junto con la Real Academia Española (RAE), presentarán la primera gramática panhispánica. Asistirán los reyes de España y varios mandatarios latinoamericanos. Las entrañas de Medellín, cuyos habitantes se llaman paisas , han alumbrado artistas, escritores y poetas notables. Entre sus hijos se encuentra Fernando Botero. Al olimpo de sus poetas clásicos pertenecen Gregorio Gutiérrez González y Porfirio Barba Jacob. Y entre los escritores contemporáneos se ubican Fernando Vallejo, Héctor Abad Faciolince y Jorge Franco.

A esa bulliciosa fábrica de arte y cultura en que Medellín se ha convertido para decirles adiós a las armas pertenece el reconocido Festival de Poesía, que en diciembre del año último fue galardonado en Suecia con el Right Livelihood Award , más conocido como el Premio Nobel alternativo. Cada año, el foro multiplica las voces poéticas del mundo en los espacios públicos.

Sobre el festival, que dirige el poeta Fernando Rendón, el filósofo alemán Hans Magnus Enzensberger escribió: "Es un enigma cómo es posible que una metrópoli de la violencia arda en deseos de escuchar poesía. Tal vez sea preciso viajar al otro confín de la Tierra para convencerse de que unos cuantos versos pueden todavía insuflar espíritu a toda una ciudad, como en los tiempos homéricos".

Por Susana Reinoso
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Enero 4 de 2007